Aunque hay muchas tiendas de segunda mano en Miami, la Ruth Kinsman Thrift Shop de la comunidad de jubilados East Ridge at Cutler Bay es única tanto por su mercancía como por su personal. La tienda de segunda mano apareció recientemente en el Miami Herald.
Dirigida únicamente por un equipo de voluntarios residentes, la tienda de segunda mano sólo abre los martes a los compradores, que sin falta hacen cola para que se abran las puertas a las 9 de la mañana.
En conjunto, estos voluntarios llevan más de 33 años ofreciendo su tiempo.
La tienda de segunda mano fue fundada por las residentes Bea Rasco y Cathryn Nelson poco después de la apertura de East Ridge. Ruth Kinsman la dirigió durante 17 años y la residente Gwen North la gestiona desde 2007.
El equipo dedica incontables horas a preparar la mercancía para la venta. Reciben las donaciones los jueves y limpian, ponen precio y ordenan los artículos. Art, el marido de la Sra. North, comprueba todos los aparatos electrónicos y eléctricos para asegurarse de que funcionan correctamente. Las donaciones proceden de residentes, familias y también de fuera de la comunidad de East Ridge, ya que East Ridge es una corporación sin ánimo de lucro de Florida.
¿Por qué disfrutan estas señoras de sus horas de voluntariado? “Es como Navidad”, dijo la Sra. North. “Nunca sabes lo que vas a recibir cuando abres una caja de donativos. Siempre nos sorprende lo que se vende. Puede que algo nos llame la atención y se quede durante meses en la estantería, mientras que otra cosa sale volando por la puerta. También recibimos muchas cosas raras. Es como los programas de televisión “Antique Roadshow” o “Pickers”. Cuando no sabemos qué es algo, inevitablemente alguien vendrá y descifrará su uso”.
La maestra de guardería jubilada Dorothy Zumbrum disfruta de la oportunidad de ver a gente de la zona de Cutler Bay. “Es bastante social. Tenemos asiduos que vienen todas las semanas. Incluso me he reencontrado con antiguos alumnos que me recuerdan”.
Gretta Bransington disfruta de la variedad de cada día. “Siento que conozco un poco a alguien cuando desembalo su donación. Había una donación de un antiguo residente y se podía ver con qué cuidado había guardado sus cosas. Todo estaba meticulosamente cuidado, incluso un kit de limpiabotas. Sus hijos no querían esas cosas. Fue muy emotivo para mí y me sentí cerca de él”.
¿Se pueden encontrar grandes tesoros en la tienda de segunda mano? North responde afirmativamente. La mayoría de las prendas tienen un precio a partir de 2,25 dólares. Entre los artículos más demandados figuran ropa de hombre y mujer, muebles, vajilla y cristalería, bisutería femenina y obras de arte. A los comerciantes les gusta mucho la bisutería de los años treinta.